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'Thunderbolts*' te va a dejar con ganas de más Marvel, que es justo lo que le hacía falta a la Fase 6

Lo mejor de la película son sus personajes: sangre nueva en una película divertida pero también emotiva y profunda. Estreno el 30 de abril en cines

"No son súper. No son héroes. No se rinden". Se han hartado de decírnoslo en pósters, tráilers y resto de material promocional, pero lo cierto es que, les llamemos así o de cualquier otra manera, Marvel tiene un nuevo equipo de héroes y vienen pegando fuerte. Dirigida por Jake Schreier y protagonizada por un elenco de estrellas encabezado por Florence Pugh, Sebastian Stan y David Harbour, entre otros, Thunderbolts* llega a las salas de cine este miércoles 30 de abril, tres años después de ser anunciada de forma oficial, con muchas papeletas para ser consideradas de lo mejor que hemos visto en la franquicia en los últimos años.

Basada en la saga de cómics de Marvel publicada por primera vez en 1997, Thunderbolts* llega al cine con una doble misión: por un lado, cerrar una Fase 5 en la que las decepciones han predominado sobre los éxitos, pero también para ser la bisagra de una Fase 6 marcada por el regreso de la saga Vengadores siete años después de Vengadores: Endgame y sobre la que hay tantas expectativas como escepticismo.

Con sus miembros ya confirmados como parte de Vengadores: Doomsday -quinta de la saga-, el punto de partida de la película dedicada a los Thunderbolts no es la reunión un equipo de héroes destinado a salvar el mundo, sino de todo lo contrario: un grupo de antihéroes a los que les une que, por uno u otro motivo, viven atormentados o huyendo de su propio pasado y también la mala pata de haberse cruzado en el camino de Valentina Allegra de Fontaine (Julia Louis-Dreyfus). La nueva directora de la CIA ha urdido un plan para juntarlos que derivará de ser una trampa mortal a convertirse en una peligrosa misión de la que depende que el mundo entero se vea sumido en la oscuridad.

Ellos son Yelena Belova (Pugh), Bucky Barnes (Stan) , Guardián Rojo (Harbour), Fantasma (Hannah John-Kamen), Supervisora (Olga Kurylenko) y John F. Walker (Wyatt Russell) y no tengo miedo a decir que son lo mejor de la película de Schreier. Un derroche de carisma a nivel individual -que ya conocimos por separado en anteriores series y películas UCM- que se eleva a la enésima potencia cuando funcionan en equipo y cuya química no solo es pura gasolina para la historia sino que hace que también sea realmente divertida.

Y es que, aunque a Thunderbolts* no le faltan grandes escenas de acción, impresionantes coreografías ni, por supuesto, tampoco un gran villano, lo que la hace especial es precisamente la frase con la que comenzábamos. Que no sean súper, ni sean héroes, pero que tampoco se rindan, porque lo más poderoso que tienen es su humanidad.

Además, la película logra ser emotiva y abordar temas serios como el trauma y la salud mental, siendo al mismo tiempo absolutamente divertida y carismática. Sangre fresca para la franquicia que recibimos con los brazos abiertos, pero que tiene que lidiar con el hándicap actual de cualquier película actual de Marvel: que los fans de la saga ya no afronten los nuevos estrenos con tanto hype. En cualquier caso, sí, su recta final alberga las respuestas que buscabas y te va a dejar con ganas de más Marvel, que es justo lo que le hacía falta a la Fase 6.